Posición de adelanto

Historias más bien historietas, comentarios de actualidad y del día a día de un simple ciudadano. No pretendo más que eso. Ah y algunas fotitos que puedan ser interesantes de San Antonio, Quinta Región, Chile.

Nombre: RUFIAN06
Ubicación: SAN ANTONIO, QUINTA, Chile

01 diciembre 2006

Solidaridad y Teletón

“La sanación viene de dentro”, dice la madre del pequeño Elías Peñailillo Alvarez. Ella conoce de cerca la labor de la Fundación Teletón en la región, pues acudió a ella cuando su hijo tenía un año de edad y debió enfrentar una parálisis cerebral severa que lo afectará toda su vida.
“La Teletón me ayudó a ponerme de pie”, señala Alejandra Ponce, que en su domicilio de pasaje Las Vizcachas de la población Las Acacias en la parte alta de Llo Lleo reconoce sus esfuerzos por salir adelante.
Quizás muchas personas no valoran realmente toda la labor que realiza la Teletón en nuestro país.
Es que esta obra de atención a menores con discapacidad cumple una función que va mucho más allá de un programa maratónico de televisión, donde Mario Kreutzberger se pone el traje de Don Francisco y se rodea de “rostros” para motivar a que la comunidad acuda al banco para depositar un aporte solidario, en ayuda de los niños con diversos problemas.
El testimonio de estos dos sanantoninos ayuda a comprobar de cerca los esfuerzos por dejar de ser los “bichos raros” y ser aceptados por la sociedad como una persona más.

VALIOSA AYUDA

“Elías tiene 8 años actualmente –cuenta su madre Margarita Alvarez- y lo llevamos a la Teletón cuando tenía 1 año, después de haber andado por varios lugares en busca de una respuesta.
Nos dijeron lo que mi hijo tenía y cómo sería su vida en adelante, el compromiso de nosotros como padres y el apoyo de la familia para enfrentar el futuro.
Diría que no fue difícil aceptar su llegada, Dios nos envió a Elías y junto a mi marido y mis otras dos hijas lo recibimos como tal. El se ríe, reacciona ante nuestros estímulos, es un niño más; yo lo llevo a la piscina, vamos a San Antonio, al supermercado, salimos a pasear, etc. Es cosa de la gente que piensa “uy, pobrecito el niño”, pero son las menos.
Claro que he tenido malas experiencias. Una vez un colectivo no quiso llevarme porque yo iba con mi hijo en silla de ruedas; no me dio explicaciones, simplemente me dijo que no me iba a llevar porque no quería nomás. Esa mala actitud me quedó dando vueltas mucho tiempo, pero sabes qué… más que rabia me dio pena, un malestar porque no podía entender cómo existe gente así. Gracias a Dios son los menos, porque en la calle la gente se porta muy bien. Eso sí, no faltan los que quedan mirándonos con una cara de lástima.
En Coanil también me aportan mucho, de hecho lo acompaño todos los días a sus terapias allí. En la Teletón nos dan una ayuda integral, sicólogo y talleres para nosotros; nos entregan sin costo alguno los implementos y sillas que Elías necesita.
¿Qué pienso de las críticas a la Teletón? Que las hacen personas que no conoce el tremendo trabajo que ésta realiza, son injustificadas. Si la gente se acercara a estos centros y viera la cantidad de niños que están en rehabilitación, viera a las madres de aquellos niños que de un día para otro quedaron con graves secuelas por un accidente, ahí comprobarían de lo que estamos hablando. Por eso, en esta nueva Teletón ojalá colaboren con lo que puedan porque con más dinero, más niños podrán rehabilitarse”.

Energía

Alejandra Ponce Ramírez tiene energía de sobra y hoy quiere sentirse plena consiguiendo un trabajo para lo cual se ha preparado durante años.
“Tengo paraparecia espástica y durante 14 años fui a la Teletón. Gracias al apoyo de mis padres y a lo que ahí me entregaron un amplio grupo de especialista es que pude ponerme de pie. Recuerdo que cuando me dijeron que iba a ir a la Teletón pensé que me iban a llevar a la tele, pero en realidad fui a Valparaíso donde me sacaron el jugo, kinesiólogos, neurólogos, sicólogos, un equipo completo de especialistas y todo gratis. De otra forma no hubiese podido acceder a ellos, ya que son muy caros, ni pensar en los exámenes.
Por eso reconozco todo lo que hicieron por mí. Claro que al principio no lo pasé nada de bien, las doctoras decían: ¡puchas la niñita regalona, no quiere trabajar, no quiere hacer las terapias! Pero aprendí a hacer mis ejercicios en la Teletón y me puse de pie. Hoy puedo caminar con mis bastones y me considero una persona normal, hago mis cosas de la casa. En eso mis padres siempre me guiaron, no por no caminar como los demás, no iba a hacer mis cosas.
¡Claro que no ha sido fácil! Fueron muchos años en los que iba de mi casa al colegio, de ahí a la Teletón y de vuelta a la casa. Era como un reality en el que yo era la protagonista y debía trabajar con unas máquinas. Ahora han pasado los años y estoy asumida en mi condición, pero no todo el tiempo fue así. Hubo días malos en lo que me encerraba y no quería hacer nada.
La Teletón me ayudó también en mi formación personal, asistí a talleres y me aportaron con becas, eso lo agradezco y lo valoro siempre. Por eso creo que los sanantoninos tienen que ayudar con esta causa, la Teletón no sólo es el programa que dura 27 horas y más, es una labor que dura los 365 días del año y en la que debe haber un compromiso; quienes van a rehabilitarse no son “bichos raros” como yo me sentí alguna vez, son personas y merecen ser vistos como tales.
Ha habido avances en cuanto a la integración de los discapacitados, pero falta mucho, sobre todo en San Antonio donde no hay opciones laborales, ni presupuestos para proyectos. Lo digo porque a mí me ha costado un montón conseguir trabajo y eso que he hecho un montón de cursos. Eso pediría… En realidad pediría dos cosas: que aporten a la Teletón y que nos den una oportunidad”.

Vínculo