Un dolor de cabeza

Esta semana nuevamente concluye con una mala noticia en el tema de las bencinas. Las gasolinas de 93,95 y 97 octanos subirán $22, $24 y $25 respectivamente, mientras que el gas licuado lo hará en $3; el kerosene y diesel lo harán en $16, mientras que el fuel oil lo hará en $3.
De esta manera las gasolinas se ubicarían entre $580 y $585 a partir del lunes 16 de enero.
Al analizar la evolución del precio de los combustibles desde la primera
semana de enero se observa que el precio de la gasolina 93 se ha incrementado en 7,7%, el de la gasolina 97 en 9,6% y el diesel ciudad en 6,7%.
El problema es que no importa cuánto suba la bencina porque de todas maneras tendremos que echarle bencina al auto, o si no ¿cómo nos movemos?
Caminando, dirán algunos... pero con el tema del calorcito que se ha dejado sentir en este pueblo no hay camisa que aguante y no me imagino el olorcito de ciertos personajes en las atestadas oficinas de esta ciudad-puerto.
El gran drama es que estamos obligados. Como a pocas cosas, uno no puede hacerle el quite. Por ejemplo, si sube el pan uno simplemente no come pan nomás, total qué tanto.
Si sube el azúcar, habrá que echarle menos.
Pero qué pasa con los que trabajan con sus autos, no pueden comprar otro combustible más barato, porque simplemente no hay.
No sé, me pregunto qué pasaría si un buen día los conductores del mundo dijéramos todos al unísono: hoy no le echo bencina. ¿cuántas serían las pérdidas de las petroleras?
Sólo resta decir: ¡¡malditos desgraciados!!, pero hay que decirlo con cuática.