Posición de adelanto

Historias más bien historietas, comentarios de actualidad y del día a día de un simple ciudadano. No pretendo más que eso. Ah y algunas fotitos que puedan ser interesantes de San Antonio, Quinta Región, Chile.

Nombre: RUFIAN06
Ubicación: SAN ANTONIO, QUINTA, Chile

09 enero 2006

Limpieza obligada


Quienes vivimos en departamentos luchamos constantemente contra los cachureos. Que un diario por ahí, una revista, algún retazo de género, zapatos que están con la lengua afuera, juguetes de los niños o simplemente ropa, se van acumulando en los escondrijos de los hogares y crecen y crecen.
Creo que junto con las mudanzas (¿a alguien le puede gustar mudarse?) el botar cachureos debe ser una de las faenas más molestas en el hogar. Siempre habrá algo que se pueda utilizar, por eso son cachureos, cosas que uno guarda por si acaso...
Claro que llegado ese por si acaso, uno prefiere comprar antes de darse la lata de ir a buscar a la bodega lo que necesita. Me explico, recientemente se quemó un soquete de una lámpara. Puta, ya la lata de buscar en la casa primero... me acordé que tenía uno en la bodega, pero sepa uno donde diantres estará, habría que sacar todo y en fin, mucho leseo. Al final de cuentas fui a una electrónica cercana y por $200 compré uno nuevo.
Bueno, el final de todo esto es que este fin de semana hice un ejercicio espiritual y decidimos en casa limpiar y botar lo innecesario.
Adiós revista Gráfico que compré en un viaje a Bariloche, la había comprado con tanto cariño, pero ya me sabía de memoria hasta la propaganda. Para qué la quieres -dijo mi señora-, total si la has leído como mil veces. Claro, como ella no sabe la historia detrás de ese magazine.
Para qué decir de algunas piezas de ropa y de esos típicos chiches que hay en todas las casas pero que nunca se usan. Esos que regalan las tías para cumpleaños o Navidad. Chao.
Después de todo el descarte, la prueba mayor: la bodega.
Ese espacio oscuro, lleno de arañas y con olor a humedad en el que reposan cual descanso del guerrero, todo lo que no estamos usando.
Reconozco que fue un reto, limpiar y ordenar, botar y guardar, embalar y cerrar. Todo un día en eso.
Pero saben qué, al término de la jornada uno se siente bien, una tarea cumplida a la cual le había hecho el quite durante mucho tiempo, como un monstruo al que no quería enfrentar, pero que cayó derrotado en la onda más quijotesca.
Chao cachureos, una acción tan difícil como necesaria.

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