Ojo con las claves

Hoy en día la seguridad en computadores exige que continuamente estemos renovando nuestras claves. Por eso, bien vale tener en cuenta ciertos aspectos.
Para que una contraseña sea segura se recomienda que tenga al menos siete caracteres y, a ser posible, mejor que sean 14. Y, además, que contenga caracteres de cada uno de los tres grupos que se aceptan en las contraseñas. Estos son:
LETRAS: Tanto mayúsculas como minúsculas: A, a, B, b, C, c, etcétera.
NÚMEROS: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y el 0
SÍMBOLOS: Todos los caracteres excepto los dos grupos anteriores: ¡ ¡ " · $ % & / ( ) = ? ¿ @ # ` + ? , . - ^ * ? ; :
Colocar al menos un símbolo entre las posiciones segunda y sexta. Que la contraseña sea totalmente diferente de cualquier otra que se haya utilizado anteriormente. No utilizar nunca su nombre o el del usuario, ni siquiera un juego de letras hecho a partir de ese nombre. Y tampoco utilizar una palabra o cualquier nombre de uso común.
Si se siguen estas normas, sus contraseñas serán muy difíciles de adivinar, ni siquiera equipos y programas específicos para ello lo lograrían, sin invertir semanas en ello. Estos programas utilizan varios métodos para conseguirlas: suposiciones inteligentes (nombre del usuario, de su mascota, de sus familiares, combinaciones lógicas de números, como el de su teléfono, de su carnet, etc.)
protección
Para que realmente una contraseña sirva para garantizar todos los aspectos relacionados con la seguridad, debe seguir algunas recomendaciones de Microsoft:
Nunca anote por escrito la contraseña.
Nunca diga a nadie su contraseña.
Nunca utilice la contraseña de inicio de sesión en la red para otro propósito.
Utilice contraseñas diferentes para su inicio de sesión en la red y para la cuenta de Administrador en el equipo.
Cambie la contraseña de red cada 60 ó 90 días, o con la frecuencia que requiera el entorno.
Cambie la contraseña de inmediato si piensa que puede estar en peligro.
También debe tener cuidado a la hora de guardar la contraseña en el equipo. Algunos cuadros de diálogo, como los de conexiones de acceso remoto o telefónicas, presentan una opción para guardar o recordar la contraseña. No seleccione esa opción para las contraseñas muy confidenciales, es mejor escribirlas cada vez.