¿Algo interesante?

Y pasó nomás el famoso debate de los presidenciables Michelle Bachelet y Miguel Piñera. Reconozco que en algún momento pensé en no verlo, tal cual como lo hice en la primera oportunidad.
¿Cómo no lo vas a ver, si uno de ellos será el presidente?, me decían algunos.
Lo cierto es que me hice la idea y me armé de ánimo y valor para exponerse a los rayos catódicos, algo quer por lo demás hago generalmente, pero con otros temas más motivantes.
Bueno, la cosa es que me pareció lo mismo de siempre, muchas ideas al voleo, que voy a solucionar esto, que esto otro lo arreglaré de esta manera... todo tan fácil que uno se pregunta cómo no se le ocurrió a los anteriores cerebros que tuvieron en sus neuronas el destino de este país.
Aquí está mi balance de lo bueno y lo penca.

Lo bueno:
- Como siempre quedó de manifiesto nuestro espíritu cívico. A grandes rasgos fue un enfrentamiento de "guante blanco", donde salvo una que otra interpelación personal nadie se agarró de las mechas, aunque hubiera sido lo ideal. ¿O no?, ya me veo el New York Times en portada con el escándalo, el Le Monde, El País...
- Constanza Santamaría, la más linda.
- Los periodistas en general, no destiñeron, ni se vieron nerviosos (chau Mauricio Hoffmann)
- ¿A alguien se le ocurre algo más?

Lo penca:
- Primero que todo el acento de Amaro. Puta, cómo no lo cambia si ya lleva harto tiempo aquí. Molesta, distrae, es pa la risa. No como el bueno de Libardo Buitrago, ni se le nota que es colombiano. Si Amaro hubiera estado en Argentina hace rato que le hubieran dado una patá en la raja.
- En una de las idas a comerciales se vio a la Bachelet corriendo a camarines. Mi viejo -como siempre con sus comentarios ad hoc- dijo tiene que haber ido al baño la vieja. Claro poh si todas las viejas tienen que ir a cada rato al baño.
- La insistencia de Piñera de responder una pregunta con otro tema. Le preguntaron de las platas en la propaganda y salió hablando de la falta de carácter de la otra; le preguntaron del trabajo y salió con otro chancho al hombro. Una lata.
- Las promesas iban y venían. Van a solucionar todos los problemas, si fuera así no habrían políticos.
Debo reconocer que a esa hora de los compromisos y las promesas de una vida mejor (a menos que estemos muertos) me quedé dormido, soñando en las vacaciones. .. Claro, esos días de asueto que espero lleguen pronto.
Será algo por aquí nomás, no como otros que tengo cerca aquí que están pensando en Punta del Este, mírenlo el roto, Punta del Este nada menos... la ondita.
Bueno, pero eso es otra historia.